ROSA

Porque hay días que NO. Hay días que no te apetece levantarte de la cama porque sabes que va a ser un día duro. Porque a pesar de que intentes cambiarlo no va a suceder. Por mucho que intentes pensar positivamente, que te saquen una sonrisa, que hagan que no dediques tiempo a pensar,...  

Pero va a llegar un momento, que seguramente sea al final del día cuando estés tranquilamente tumbada en la cama, cuando tus ojos derramen unas lágrimas. Y aunque sea por el motivo más tonto que parezca a simple vista, tú sabes que no... que esas lágrimas que caen de tus ojos no es por ese motivo. Es por algo mucho más profundo, es por el mismo motivo, por el cuál esa mañana no te querías levantar, no querías que el despertador te susurrara que ese día había llegado. Tú no querías que llegara, pero por mucho que no quisieras llegó. Porque aunque a veces queramos posponer las cosas, es mejor no hacerlo. Es mejor afrontarlo aunque sea duro, para poder, al día siguiente mirar hacia delante. Para poder mirar a ese futuro, que hoy ya es presente, con ojos expectantes. 

Dicen que todo depende con el cristal con el que lo mires, por eso yo quiero mirar mi vida con el cristal rosa.