Hoy hace dos años del día más triste de mi vida hasta ahora. Me levanté con una llamada que iba a cambiar todo. Ya nada iba a ser igual. Ya nunca más iba a volver a verlo. Nunca más oiría esa sonrisa tan especial, tan peculiar y tan pegadiza. Ya no iba a volver a escuchar sus palabras, que aunque muchas veces no opinara lo mismo que él, lo comprendía. Nunca más podría hacerlo rabiar. Ya no volvería a quitarle el sitio, porque por mucho que me gustara ese asiento, desde ese mismo momento dejaba de ser mi sitio preferido. Se que el tiempo pasa y que ya nunca más volveré a verlo, pero sé que aunque no lo vea está por aquí. También se, que muchas de las decisiones que he tomado desde ese momento no le iban a gustar y le iban a doler, y que seguro que me iba a reñir. Pero también se que en otras muchas cosas iba a estar muy orgulloso de mí.
Se que te prometí que no lloraría, y aunque en días como hoy y en otros muchos es difícil, cada vez voy siendo más fuerte y por eso hoy quiero recordarte con tu mejor sonrisa.
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